Reque:La Verde Esperanza

Nostalgias

Es siempre una triste constante en nuestro país el hecho de poseer increíbles recursos y no saber aprovecharlos. Este es el caso del distrito de Reque, situado a 11,5 Km. de Chiclayo, a 22 msnm. Cuna de músicos, terruño del héroe de Angamos, Diego Ferré, con muy fértiles tierras, donde nace vegetación única en el mundo; intensa vida histórica, palpable en un sinnúmero de restos arqueológicos y centro de interesantes tradiciones culturales. Reque poseía el clima perfecto: “Antiguamente, toda la zona de bosques secos de Reque, era vastísima. Recuerdo que cuando uno ingresaba allí, todo estaba oscuro. Tal era la frondosidad, que la luz del sol no podía pasar bajo la copas de los árboles. Es lamentable la terrible depredación que se ha visto.”; nos comenta el biólogo Santos Llatas, quien patentara en el mundo científico, con sus apellidos, una planta muy especial, pues la “Sisymbrium Llatasii” solo puede crecer única y solamente en el microclima de las lomas del Cerro Reque.

Pero no solo la tala ha matado sistemáticamente el clima y el equilibrado ecosistema. El indiscriminado arrojo de residuos sólidos, urbanos, domiciliarios y hospitalarios, en las pampas de Reque, usadas como botadero, proceden a diario de los distritos de Chiclayo, la Victoria, Leonardo Ortiz, Monsefú, Santa Rosa y el mismo Reque. En estos últimos años se ha incrementado peligrosamente el arrojo de este material. “Cifras manejadas por la Municipalidad Provincial hablan de unas 350 toneladas de desechos diarios, aunque la Municipalidad de Reque afirma que en realidad llegan hasta 700 toneladas”. Esa cantidad increíble es arrojada clandestinamente, no sólo en el botadero, sino en tierras colindantes, creando una degradación paisajista grave. “Lo peor es que en las mismas calles de la ciudad, los moradores se han acostumbrado, autodestructivamente, a sólo observar como se van acumulando los basurales en las esquinas”. La gestión de residuos sólidos aquí es paupérrima. Y por si esto no fuera suficiente, hasta el mismísimo Ministerio de “Salud”, quema toneladas de medicamentos adulterados y vencidos que han sido requisados en sus operativos.

No obstante, aún estamos a tiempo de rescatar a esta ciudad. La manera más conveniente de explotar los recursos recanos, además de una autentica agricultura tecnificada, es el turismo. Según mi opinión como autor de esta nota, la promoción del turismo resultaría ser una verde esperanza. No solo por el carácter ecológico de esta proyección, sino también por sus resultados monetarios. Mi parecer no carece de fundamento. En todo el país existen localidades turísticas, que con menos atractivos han logrado formar parte del circuito de los viajeros. Mucho mas sí autoridades y ciudadanía tomaran conciencia de los problemas ambientales, estoy seguro que medidas a mediano plazo recuperarían en gran parte, el mellado clima recano. Clima que seria de lo más “exclusivo” en la región Lambayeque. Sin embargo tal es la venda que se tiene, que ni siquiera existe un alojamiento allí. ¿Qué lamentable destino le esperara a este pueblo?

¡Al rescate!

Existen diversas atracciones potenciales, que pueden asombrar a cualquier extranjero:

Si por la tele habéis visto un sinfín de turistas alrededor del mundo visitando casas inflables o hechas de latas de cerveza, la singular vivienda ubicada cerca del centro de la ciudad, de seguro las supera. Esta es una casa hecha totalmente de piedra. Sí, así como la del afamado cartoon norteamericano de Los Picapiedra. La visita dentro de este arcaico hogar, (y por eso maravilloso) podría ir acompañada de la prodigiosa historia de su creador. “El arte de tallar la piedra lo aprendió trabajando al lado de un grupo de ingenieros y técnicos alemanes quienes estuvieron a cargo de la construcción de la reserva de tinajones. Con el transcurrir de los años y con la experiencia vivida en el arte de labrar y tallar la piedra, en 1962, don Luís Esquivez decidió construir una casa de piedra, que le llevo cerca de 40 años”. Toda una hazaña.
“La estructura de la casa de piedra cuenta con muros, escaleras, chimenea, bancas, mesas, corrales, dormitorios e incluso el techo, todo esta construido de pura piedra de distintos colores naturales”.
A pesar de todas las dificultades antes descritas sobre la ciudad, la casa de piedra es visitada por estudiantes de universidades, institutos, centros educativos y turistas nacionales y extranjeros, quienes se quedan maravillados con esta obra. Don Luís Esquívez agradecería desde el cielo su visita…

Y si de edificaciones hablamos no dejemos que se destruyan por completo nuestros patrimonios arqueológicos. Son muchos en Reque. Como es el caso del complejo “Siete Techos” que ha sufrido serios atentados. Por un lado los pandilleros que, al estilo de los inconscientes chilenos que pintarrajearan la “piedra de los doce ángulos”, han inscrito toda clase de barbaridades sobre las antiquísimas construcciones; y por el otro están las invasiones, realizadas por personas de escaso poder adquisitivo. Y es que en la última década este problema se agudizó y podría terminar por destruir el complejo, pues lamentablemente, Reque no tiene un plan urbanístico que respalde el sostenible crecimiento de la ciudad. Peor aún, desde que una pequeña población “demasiado cercana” fuese reconocida con Resolución municipal 014 del 22 de Marzo del 2005 por el gobierno del ex alcalde Fernando Tirado, como “Villa Siete Techos”, esta, inevitablemente, ha tendido al crecimiento, como cualquier poblado, y está atrayendo a los invasores alrededor de ella, es decir, encima de territorio patrimonial. Menudo problema, teniendo en cuenta el factor social de los que se atreven a todo por establecer su hogar y que ha sido comprobado por la autoridad edil mediante un operativo de reconocimiento en Octubre, donde inclusive se encontraron instalaciones para la fabricación de pesados bloques de adobe mezclados con cemento.


Además destacan algunas pirámides, como la Huaca “El taco o Sinán”, y su triste historia: “Fue otrora, la huaca mejor conservada que se halla descubierto en el país. Su estratégica ubicación en la parte baja del valle y su cercanía al mar le confirieron una especial importancia y debió ser en su tiempo el más importante santuario de los pueblos nativos de Monsefú, Eten y los pescadores. Situada junto a la huaca “Miraflores” distante a tres kilómetros, fue destruida en un 50 % en los años 30 por los hacendados de esa época en busca de sus tesoros; se preocuparon por “El taco” importantes arqueólogos: Bruning, Kosok, Trimborn, Shaedel, Lumbreras y otros. Le tomaron fotos. Los estudios profundos se dejaron para después. Siempre estaría ahí, pensaron…” Sin embargo la indiferencia, junto al brutal fenómeno del niño del 93 la destruyeron en su mayor parte. Una lección que debió aprenderse.

También esta el Cerro Cerrillo, un sitio declarado Santuario, cuyas faldas fueron pobladas, pues no hubo voz que alertara su importancia. Y ni que decir de la irreverencia de conocidas empresas de celulares, que instalaron enormes antenas sobre el mismísimo patrimonio y cuyo rédito por concepto de “renta”, según portavoces del municipio, sería nada más y nada menos que para la Comunidad Campesina de Reque. Irónicamente algunas veces estas empresas contribuyen en campañas para la “protección” del patrimonio. ¡Increíble!

Punto y aparte, si Ud. tiene un carácter más aventurero y natural no dude en visitar el cerro Reque:
“Está ubicado al este del distrito, denominado en la antigüedad, Gran Callanca; representaba para la población prehispánica una deidad tutelar en la cual edificaron construcciones de carácter ceremonial, militar y habitacional en piedra del lugar. Este complejo arqueológico fue declarado en 1999 Patrimonio de la Nación por lo cual esta reconocido y protegido por el estado, sin embargo todavía no se han colocado hitos alrededor de la zona arqueológica lo que origina que algunas instancias estatales como el Ministerio de Transportes y el de Agricultura, así como personas particulares utilicen al cerro, en el área histórica como zona de canteras”.

“De lejos toda la vista del cerro parece fácil y encantadora, pero al subir la realidad se convierte en una singular aventura. Aquí, sin dudas, hay que lidiar con pendientes, caminos resbaladizos, acantilados, tocas enormes y los ardientes rayos del sol. Por lo tanto, visitar el cerro Reque, además de invertir en mucho esfuerzo físico, hay que llenarse de un verdadero espíritu aventurero y respeto conciente a la madre naturaleza que allí se presenta muy salvaje y sobre todo poderosamente seductora. Reque posee la formación florística de carácter lomático más septentrional del Perú y se encuentra al Sur del cerro. En esta parte del cerro se encuentra la mayor concentración de vida, por la cantidad de micro climas existentes. La loma a pesar de ser un lugar reconocido por los estudiosos se encuentra amenazada por cazadores furtivos y explotadores inescrupulosos (se han encontrado casquillos de balas). Otro de los factores que hacen peligrar su frágil equilibrio es su cercanía al botadero de basura de las pampas de Reque, pues desperdicios como bolsas, papeles y botellas son llevados por el viento hasta allí”.

Hoy por hoy existe un intento por conservar las lomas del cerro, pues la Comunidad Juvenil Cristiana Recana (Católicos), formularon el proyecto “Desarrollo de capacidades en jóvenes y adolescentes para la gestión de recursos locales”, presupuestado en 25 mil soles y financiado por el Presupuesto participativo local, el Gobierno Regional y la ONG CIPDES, que busca capacitar y sensibilizar, a través de talleres, cursos, visitas guiadas y jornadas de limpieza a los jóvenes de Reque con el fin de identificarlos con su patrimonio cultural y natural para protegerlos y realizar un uso sostenido de sus recursos, y todo eso sería ejecutado desde este año. Habrá que ver la efectividad del proyecto.

Finalmente la ocasión en la que se podría visitar Reque, para disfrutarlo plenamente, es en semana santa, pues en estos últimos años se ha instaurado una joven y atractiva tradición. Se trata de la representación de la vida pasión y muerte de Jesucristo, a cargo de los fieles católicos de la ciudad. Una tradición que ya ha sido transmitida por los canales de TV local, íntegramente. El último año se recibieron visitas extranjeras. No obstante con el apoyo de algunas empresas y autoridades, está manifestación cultural podría brillar con más fuerza. Una mejor utilería y tecnología de audio son necesarias.

En conclusión, estimado lector, tenemos a un gigante dormido. Con su interés podríamos contrarrestar esa somnolencia que arrastra a sus pobladores en un futuro incierto. La educación en las escuelas recanas es preponderante para que las nuevas generaciones, y de paso estas, tomen conciencia de la joya que esta a punto de perderse. Reque: La Ciudad “Ecológica”.